Compromiso con la sostenibilidad
150 años tejiendo con conciencia y dedicación
Desde hace más de un siglo y medio, tejemos mantas de lana siguiendo los mismos principios con los que comenzaron nuestros antepasados: respeto por la naturaleza, cuidado en cada detalle y compromiso con un oficio que no entiende de prisas. Creemos que se puede abrigar sin dañar, crear sin desperdiciar y mantener vivo un saber tradicional que acompaña hogares generación tras generación.
La materia prima de nuestras mantas proviene directamente del esquilado de ovejas criadas en entornos donde su bienestar es prioridad. El esquilado, realizado con cuidado y experiencia, no solo no causa daño al animal, sino que es esencial para su salud: esquilar es necesario para evitar el sobrecalentamiento, las infecciones y otras molestias asociadas al exceso de lana.
Aprovechamos este recurso que la oveja produce de forma natural, sin alterar su ciclo ni causarle daño. Una vez recogida, la lana se trata responsablemente, transformándola en una materia prima noble, sin aditivos sintéticos ni tratamientos agresivos. El resultado es una fibra pura, resistente y naturalmente compostable, que puede volver a la tierra sin dejar huella.
Cada manta es tejida con paciencia y dedicación por el maestro artesano que ha heredado este conocimiento de generación en generación. Evitamos la producción masiva porque creemos en piezas únicas, hechas con intención. Así reducimos el consumo energético, el desperdicio de materiales y fomentamos un vínculo más profundo entre quien crea y quien recibe la manta.
No seguimos modas. Creamos piezas que trascienden el tiempo.
Una manta artesanal no es solo un objeto: es una pieza de historia que acompaña momentos y se queda en la familia.
Gracias a la calidad de la lana y al cuidado en la confección, nuestras mantas están hechas para durar años, incluso décadas. Muchas se convierten en herencia: pasan de padres a hijos, de abuelos a nietos, sin perder su valor ni su abrigo.
Elegir una manta duradera es una forma sencilla de consumir con responsabilidad. Menos compras, menos residuos, más recuerdos compartidos.







